sábado, 31 de agosto de 2013

Ambigüedad… nimiedad… vaguedad…

    Tenaz vaguedad, fluctuante atrocidad, del cielo al infierno desciende a menudo cual si fuese una deidad. ¿Dónde buscas inferir un por qué? Has de saber primero, necesitas resaltar en letras doradas aquel deseo artero… Has de ascender de la fosa común del desdén, del deseo de no ser, de la mediocridad, de las masas clonadas, evitar escribir con la tinta indeleble de aquellas falsas miradas…
     Azarosa mascarada, triste es ver que sigue siendo trillada… azarosa… mas en cierto modo predecible… azarosa la falta de sentido, del mundo aullando a la luna del olvido, ecos van y vienen; resuenan al unísono, de fondo se perciben brevemente los tenues coros de los “infieles”, buscando una salida, quejándose de la falta de iniciativa del día a día…
     Ambigua la falta de sentido, la incongruencia de un discurso torcido, ¿por qué se insiste en hacer énfasis en un punto perdido? ¿Por qué siempre todo ha de reducirse al capricho de un ego dolido?... Niñería en efecto, mas a menudo termina siendo un puntual trayecto, un camino marcado, repitiéndose como una sinfonía, ¿acaso no cansa tal monotonía?...
     Puede ser una nimiedad, mas aún hay quienes se niegan a dejar morir la curiosidad, se revelan, luchan por evitar ser consumidos, no se dan por vencidos, tratan de evitar ser parte los patrones existenciales, trascienden de ser simples animales, rehúyen de una realidad paradójica, que contesta sí con no significando a veces tal vez…
    Habrán siempre quienes digan: “divagas”, ¿mas no es esa a menudo la excusa de las masas? Criticar aquello que no comprenden, aquello que les recuerde que no trascienden, lo que se escapa de su entendimiento, satanizar todo lo que se encuentre fuera de su reducida capacidad de discernimiento… En fin… Hablar, pensar… Son sanas costumbres… Convertir en un hábito el tratar de escapar constantemente de la ambigüedad… de la nimiedad… de la vaguedad…